Alejandra Ntutumu, de 35 años, se define como mujer afrodescendiente o afromurciana. Nacida en la Región de Murcia, sus raíces llegan hasta Guinea Ecuatorial, de donde es su madre. Actualmente, Alejandra dedica parte de su vida al activismo antirracista.
Desde pequeña se dio cuenta de que no había representación positiva de personas como ella en los libros de texto, en los que le hacían leer para el colegio. Ya entonces, Alejandra Ntutumu estaba muy vinculada con su ascendencia afro gracias a su madre: “Me contaba cuentos africanos de tradición oral, en concreto cuentos ecuatoguineanos”, explica; “yo quería utilizar estos cuentos para que los niños afro tengan representación, pero también para que los niños que no son afro vean que el mundo es diverso, que la diversidad es bella”.
La labor de Alejandra Ntutumu en la actualidad
Para hacer llegar esa idea a los niños y mayores, Alejandra fundó Afromurcia en Movimiento que defiende el derecho de representación de los pueblos afro y afrodescendientes.
A través de esta asociación han realizado diversas actividades. Una de ellas es el proyecto Potopoto, que consiste en la publicación de una edición con los cuentos que la madre de Alejandra le contaba de pequeña y las biografías de personas referentes en la historia afro.
“Se necesita más representación positiva de las minorías racializadas, se necesitan libros más diversos. Si no mostramos la diversidad del mundo, estaremos faltando a la verdad”, recuerda Alejandra.
Falta de métodos
A pesar de que Alejandra sí percibe que estamos avanzando hacia una sociedad antirracista, detecta una falta de metodología y herramientas para tratar estos temas. “Ese es uno de los objetivos del proyecto, dotar de herramientas y metodología para tratar estos temas y formar a los formadores. Los docentes, los formadores, los padres, me dicen que quieren hacerlo, pero no saben cómo. En ese sentido, entendemos que ser racista está mal, que no es bueno, que es algo sistémico que afecta a nuestra sociedad, pero todavía falta que nos enseñen a no serlo. A ser antirracista, a hacer algo para cambiar la situación. Por eso siento que queda mucho por hacer”.
Criar en el antirracismo
A los padres y madres que quieren criar a sus hijos en el antirracismo, pero perciben la situación de falta de medios que expone Alejandra, ella misma les envía un proverbio africano: “Si quieres llegar rápido camina solo, y si quieres llegar lejos, camina acompañado”, para recordarles que no están solos.
“A día de hoy, tenemos herramientas, información, personas que nos pueden ayudar. Les recomendaría que buscasen esas personas, esa información. También les animaría a que ellos pueden ser parte activa del cambio, porque mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, explica la activista.
Pequeños cambios
A las personas que creen que sus acciones son pequeñas o poco importantes, Alejandra les recuerda: “Pequeñas acciones del día a día, pequeñas rectificaciones como usar correctamente los términos, ya es un gran cambio”.
“Estos pasos, cuanto antes se den, mejor. Hay que empezar a cambiar cosas cuando los niños están en edades tempranas para que, cuando crezcan, ya lo tengan interiorizado. A estas edades es cuando se tienen un primer acercamiento a quién es uno mismo y cuál es su posicionamiento en el mundo. Si ya en ese momento se entiende que el mundo es diverso, y se transmite a través de la empatía, se verá reflejado cuando crezcan”, concluye.