La migraña hace referencia a dolores de cabeza recurrentes. Se trata de una enfermedad neurológica muy prevalente.
Es una cefalea primaria, dolores de cabeza intensos que varían desde niveles moderados a niveles muy intensos. Al inicio, y de forma pulsátil, afecta a un lado de la cabeza, pero se amplia y se agrava con la actividad. El dolor puede persistir durante días.
Se dividen en:
- Las que, durante horas o días previos, presentan ‘aura’, síntomas transitorios o pródromos, que indican que va a comenzar.
- Las que se relacionan con otros factores como alimentos y situaciones diversas.
Además del dolor, provocan rigidez cervical, náuseas, vómitos, bostezos repetitivos, cansancio y falta de energía (astenia), fotofobia o fonofobia, es decir, sensibilidad ex- cesiva a la luz o a los sonidos. Todos los síntomas del proceso migrañoso desencadenan dificultad de concentración, por lo que el 70% de los pacientes sufre una discapacidad laboral grave, que, en términos laborales, da lugar a incontables años perdidos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las migrañas son la sexta causa de incapacidad mundial.
Condición femenina
El 80% de las personas con migrañas son mujeres de 20 a 45 años. En España, las migrañas afectan a más de cinco millones de personas, siendo tres veces más frecuentes en mujeres. Sin diferencias de etnia, de condición social o económica, una de cada cinco mujeres en el mundo sufre migrañas.
Se ha descrito estrecha relación con los periodos reproductivos fértiles de las mujeres, desde la menarquia (primera menstruación) a la menopausia.
Aparecen a partir de la menarquia y aumentan en la vida media de las mujeres. Afectan a su día a día, a su vida personal y productiva, así como a las relaciones sociales y a su carrera profesional.
Las migrañas fluctúan, pero su frecuencia se incrementa progresivamente, in crescendo, hasta la menopausia. Se presentan tanto durante el ciclo menstrual como con los periodos de embarazos, siendo esta circunstancia difícil de tratar ya que los fármacos podrían atravesar la barrera placentaria y afectar al desarrollo del feto.
Migrañas y CGRP
Aunque los mecanismos de acción de la migraña no se conocen de forma precisa, se ha implicado al sistema vascular, al trigémino, el nervio que recoge la sensibilidad de la cara y la cabeza, a las hormonas sexuales y al CGRP. Este es un péptido relacionado con el metabolismo de la hormona calcitonina, que controla el calcio en la sangre.
Los niveles de estrógenos varían durante el ciclo menstrual: son bajos al inicio del ciclo, después de la menstruación, y tienen niveles elevados en la mitad del ciclo menstrual, durante la ovulación. En mujeres predispuestas genéticamente existe una relación directa de las hormonas sexuales y la aparición de migrañas episódicas.
Además, se ha descrito que los niveles plasmáticos del péptido CGRP se elevan tanto con el ciclo menstrual como con la presencia de migrañas.
Los niveles de CGRP se relacionan con los niveles de hormonas sexuales, disminuyendo cuando se limita el nivel hormonal (bien por la menopausia bien por tratamiento anticonceptivo oral).
Las mujeres con migrañas tienen niveles de CGRP significativamente más elevados durante la menstruación, con una concentración 80 veces más alta en las lágrimas.
En mujeres con migrañas que toman anticonceptivos orales, los niveles de CGRP son menos elevados durante la menstruación.
Terapias de futuro
Las investigaciones sobre CGPR y migrañas son de gran interés ya que se pueden definir estrategias terapéuticas para inhibir la activación de sus receptores y que, de forma preventiva, se evite la aparición del dolor.
No obstante, el estilo de vida es de suma importancia. Se debe controlar la alimentación natural, evitando los excitantes, realizar ejercicio de forma habitual, y regular el estrés y la higiene y ritmos del sueño.
Como cada individuo es diferente, con circunstancias diversas, es esencial seguir el tratamiento personalizado que le indiquen los neurológos.
