Las tendencias cambian a una velocidad mayor cada día. Las redes sociales y la compra online provocan que la moda haya cogido una velocidad vertiginosa, haciendo que cada día ‘se lleven’ cosas diferentes. Pero eso genera que, a la misma velocidad que algo se pone de moda, deje de estarlo. Este fenómeno se conoce como ‘moda rápida’, y produce la fabricación de miles y miles de prendas cada día.
Natalia Fernández, CEO de una marca de ropa holística y sostenible asturiana, explica en qué consiste la moda rápida y cuáles son sus implicaciones para el medio ambiente.
SALUD21: ¿Qué es la moda rápida y por qué está aumentando en los últimos años?
NATALIA FERNÁNDEZ: El fast fashion o moda rápida es la producción muy rápida de ropa que se adapta a modas fugaces sin tener en cuenta el impacto medioambiental.
Este fenómeno está aumentando por el bajo coste de las piezas, y quizás la gran variedad de colecciones.
“La moda rápida es la producción muy rápida de ropa que se adapta a modas fugaces sin tener en cuenta el impacto medioambiental”
S21: ¿Qué impacto tiene para el planeta este tipo de consumo?
N.F.: Tiene un impacto muy nocivo: miles de piezas se fabrican cada día con sus respectivas telas, tintes, y procesos.
Y mientras ocurre esto, se destrozan campos para el cultivo de algodón, se secan ríos y se generan residuos.
No somos conscientes de todo lo que hay detrás de una prenda creada de cero.
Por eso tenemos que considerar cada pieza que compremos como algo sagrado. Sea lo que sea, ha dejado su huella en el planeta.
“No somos conscientes de todo lo que hay detrás de una prenda creada de cero”
S21: ¿La moda rápida es un tipo de compra realmente rentable? ¿o por el contrario es ‘pan para hoy y hambre para mañana’ porque te gastas menos dinero, pero también dura menos la ropa que compras?
N.F.: No siempre. Puede haber prendas que salgan muy bien y te duren muchos años, pero, por norma general, son prendas que tienen poca durabilidad y se adaptan a tendencias que cambian constantemente.
S21: ¿La gente está tomando conciencia sobre el impacto de este tipo de compras?
N.F.: Sí, todos y todas son más conscientes de nuestros hábitos de consumo, nos gusta comer bien, cuidarnos, respirar un aire limpio, y tener una buena calidad de vida y todo está relacionado. Cómo vestimos nos ayuda a tener un planeta sano.
S21: ¿Qué alternativas más sostenibles hay a este consumo?
N.F.: Hay muchas alternativas, cada día más. Marcas artesanas que elaboran sus productos a mano, reciclan telas, muestran un concepto diferente de ‘moda’, tienen un precio consciente que se adapta a la economía del país, pero que tiene en cuenta el valor de lo que supone la creación de una prenda.
“Existen muchas alternativas a la moda rápida que tienen en cuenta el valor que supone la creación de una prenda”
S21: Algunas marcas están empezando a usar materiales reciclados en sus prendas ¿esto es realmente útil o solo es marketing?
N.F.: Es muy útil, tanto materiales reciclados como reutilizados. Casi todo lo que necesitamos ya existe, ¿por qué no transformarlo?
S21: ¿Cómo podemos contribuir a que nuestra ropa sea menos contaminante si ya hemos comprado fast fashion?
N.F.: Lo primero es ser conscientes de la vida que tienen todas nuestras prendas en el armario.
Darles el mayor uso posible, y si ya nosotras no podemos darle uso, hacer un grupo con tus amigas para intercambiarse la ropa. O dársela a alguien que la necesite.Jugar a transformarla. Y si podemos arreglarla o transformarla, ya sería fantástico.
