La ortoqueratología, también conocida como Orto-k, consiste en algo tan sencillo como ponerse unas lentillas que corrigen la miopía durante toda la noche para poder ver bien al día siguiente. Parece magia pero no, es ciencia.
Se trata de un tratamiento seguro, eficaz y reversible, que puede resultar de mucha utilidad especialmente para personas con miopía que, por cualquier circunstancia, no puedan o no quieran utilizar gafas o lentes de contacto. Una excelente opción, teniendo en cuenta que los casos de miopía no dejan de crecer. Por ello, los ópticos-optometristas nos muestran todo lo que tenemos que saber de esta técnica.
Cómo corrige la miopía
La ortoqueratología consiste en utilizar lentillas de corrección nocturnas que remodelan suavemente la curvatura de la córnea. De esta manera, cambian suavemente su forma y la hacen más plana, permitiendo al ojo enfocar los rayos de luz sobre la retina.
Esta pequeña modificación hace que el ojo tenga de manera temporal las mismas características que un ojo sin graduación, lo que consigue que la persona tenga una visión nítida por la mañana, sin necesidad de usar gafas o lentillas.
Aunque la ortoqueratología no elimina ni hace desaparecer el problema de salud visual para el que se utilizan de forma permanente, es un tratamiento indoloro, seguro y no invasivo. Hay que tener en cuenta, además, que es un método progresivo y reversible, ya que, tras un tiempo, el ojo vuelve a recuperar su forma y la persona su graduación habitual.
No todas las lentes de contacto ortoqueratología son iguales, ya que cada persona necesita unas personalizadas en función de las características de su cornea. Por ello, los interesados deben someterse a un estudio previo en su óptica de confianza.
Ventajas e indicaciones
La ortoqueratología supone múltiples ventajas frente a otros métodos como las lentillas convencionales o las gafas. Entre ellas destaca la libertad de movimiento durante el día al poder prescindir de gafas o lentillas; el tiempo ilimitado que se puede usar, ya que se pueden usar durante años; la comodidad para los más pequeños porque se olvidarán de las gafas y lentillas durante el día; y el factor preventivo, ya que impide que la graduación de la miopía siga subiendo.
Como se ha mencionado anteriormente, la ortoqueratología se dirige especialmente a personas con miopía, aunque también puede ser efectiva para personas con hipermetropía y astigmatismo, teniendo en cuenta que, a menos dioptrías, más efectivo y rápido puede ser el tratamiento.