Vivimos acostumbrados a un altísimo nivel de seguridad. Nadie piensa en si la comida del restaurante al que va está o no en buen estado, porque tiene claro que sí. Ni piensa en si los animales cuya carne compramos luego en el supermercado están sanos y libres de enfermedades transmisibles, porque tiene claro que sí. Nadie duda en que las mascotas que nos acompañan en nuestro día a día y hacen de nuestra vida más feliz y saludable también disponen de profesionales que cuiden de su salud, porque tiene claro que sí. ¿Qué tienen en común todas estas situaciones de absoluta y tranquila seguridad? Que detrás de ellas está la incesante labor de los veterinarios, a menudo desconocida, menospreciada o ignorada por la sociedad.
El Colegio de Veterinarios de la Región de Murcia ha lanzado con motivo del día de su patrón, San Francisco de Asís, una campaña para visibilizar todas estas situaciones y para dar a conocer el trabajo que los profesionales de su sector hacen cada día.
Un alimento seguro
Por cada alimento de origen animal que consumimos hay una media de 5 veterinarios que han trabajado para verificar que ese alimento es seguro.
Para conseguir esta seguridad, los profesionales llevan a cabo trabajos de inspección y asesoramiento en los puestos de control fronterizo para aquellos alimentos de origen animal, que proceden de más allá de nuestra frontera nacional.
De igual modo, dentro de nuestro país trabajan en las fábricas de pienso, en las ganaderías y mataderos, en el transporte de animales y de sus productos.
Además, los veterinarios tienen presencia en la industria alimentaria y en los puntos de venta y consumo de alimentos, como lonjas, plazas de abastos, supermercados o restaurantes de todo tipo.
Una ganadería sostenible
Una de las máximas que tienen los veterinarios es la defensa del concepto ‘una sola salud’.
Esta premisa significa que no puede existir salud humana sin salud animal y salud medioambiental, y viceversa.
En el cuidado del medio ambiente también tienen presencia los veterinarios. En estos casos, los profesionales de la veterinaria son los encargados de garantizar la sostenibilidad ganadera, asegurando el bienestar y la salud de los animales.
También de optimizar la utilización de los recursos de la ganadería y minimizar su impacto en el medio ambiente. Formulan la alimentación y manejos adecuados para cada animal y estado productivo.
Una mascota sana
Esta sea quizás la faceta más conocida del veterinario para la sociedad en general. Nuestras mascotas han pasado a ser parte de nuestra familia y no podemos confiar su cuidado a nadie mejor que a un veterinario.
Ellos nos van a recomendar la mejor alimentación, un adecuado plan vacunal y de desparasitación, y unos hábitos correctos para nuestras mascotas.
Además, van a ser los encargados de tratar las enfermedades que puedan aparecer, protegiendo a toda nuestra familia y evitando, en última instancia, que lleguen a nosotros enfermedades conocidas como zoonosis, es decir, patologías que pueden transmitirse desde el animal hasta la persona.
Una sociedad protegida
El concepto ‘una sola salud’ también es la bandera de los veterinarios cuando tienen que mantener en pie las barreras sanitarias creadas para el control de las enfermedades.
Situaciones como la pandemia COVID-19 han demostrado lo rápido que se puede propagar un virus o cualquier otra enfermedad si no se cuentan con estas barreras sanitarias de seguridad.
Día a día, los veterinarios son esta barrera que nos separa de decenas de enfermedades con alto riesgo para nuestra salud.
Del mismo modo, se enfrentan a los patógenos cuando alguno intenta o consigue romper estas barreras y ocasiona un brote de zoonosis, que pueden transmitirnos nuestras mascotas y especies ganaderas, y que son controlados mediante la vacunación, la desparasitación y los programas de erradicación.
La investigación de medicamentos y vacunas de uso humano también forma parte del trabajo diario de los veterinarios. Su trabajo y vigilancia convierte a esta profesión en un verdadero escudo protector para el planeta y todos sus habitantes, porque como diría Louis Pasteur: “La medicina se ocupa de cuidar del hombre, pero la veterinaria cuida de la humanidad”.
