Escondido entre las verdes laderas de las montañas y el azulísimo agua del mar mediterráneo, está Portmán. Este pueblo, que no llega a mil habitantes en su censo, tiene una antigua tradición pesquera y minera que lo hacen conocido en la Región de Murcia y más allá de sus fronteras. Muchos de sus vecinos han vivido generación tras generación de estas dos industrias, la mineral y la pesquera. De la segunda sabe mucho Francisca Mateo Escámez, vecina de Portmán de nada menos que noventa y seis años.
Francisca nació en una familia humilde que no tardó en requerir su ayuda para mantenerse a flote. Huérfana de padre a los diez años, Francisca aprendió rápido a ganarse la vida.“Trabajé desde los diez años, donde pude. En el campo, con el ganado, limpiando casas. Era tan pequeña que para hacer las camas tenía que subirme a una silla porque no llegaba”, recuerda la mujer mientras hablamos con ella en casa de su hija Juana María Sánchez Mateo, con quien vive felizmente en Portmán.
La vida de Francisca
Casada con un pescador, Francisca Mateo sabía que cada día era una nueva batalla. “A veces se pescaba, y a veces no. Por eso yo seguí trabajando, para cuando no hubiera pesca. Y a veces también ayudaba con las redes”, nos cuenta. Pero no se vivía mal. Nos lo repite una y otra vez. No quiere que su querido pueblo tenga la fama que no merece y que no corresponde con la realidad. “En este ‘pueblesico’ hemos vivido siempre muy bien”.
Parte del secreto de esta vida buena, asegura Francisca, son los vecinos que en él habitaban y todavía habitan. “Era como una familia – recuerda -, los niños salían y entraban, la gente pasaba a tu casa sin preguntar, nos ayudábamos los unos a los otros. Comprabas ropa y la pagabas poco a poco, había confianza, honestidad. Todavía queda mucho de eso”
Eran felices, aunque hubiera lo justo. Entre las cosas que Francisca cuenta como si nada, pero que suenan a hazañas desde el otro lado de la conversación, destaca su manera de llegar a Cartagena. “Íbamos andando y no había carreteras. Los caminos los hacíamos las personas andando. Nos llevábamos guardados los mejores zapatos para ponérnoslo cuando llegábamos a Cartagena”, nos cuenta Francisca.Esa sensación de ‘pueblesico’ entrañable se sigue respirando cuando visitas actualmente Portman, localidad que forma parte del municipio de La Unión en la Región de Murcia.
Municipio para los mayores
Estimado lector:
Desde el Excelentísimo Ayuntamiento de La Unión, me gustaría dirigirme a vosotros agradeciendo el poder disponer de estas líneas para reflejar nuestro incansable trabajo para con la salud de nuestros vecinos. Cuando llegamos al Gobierno Municipal, hace ya seis meses, nos propusimos trabajar por y para el bienestar de los habitantes de nuestro municipio, mejorando la calidad de vida y, en consecuencia, la salud.
Para ello, creamos la Concejalía de Personas Mayores, mediante la cual queremos diseñar diferentes proyectos que promuevan el envejecimiento activo de nuestros mayores y permitan mantener y ampliar sus relaciones sociales, evitando el aislamiento y la soledad.
Con ello, queremos incidir en nuestra intención de seguir trabajando para que la calidad de vida de nuestros vecinos sea cada vez mejor. Al fin y al cabo, ellos son el motor y el sentido de nuestros proyectos.
Con agradecimiento,
Isabel Egea Navarro
Primera teniente de alcalde.
Concejal delegada del Área de
Seguridad Ciudadana, Sanidad y Medio Ambiente.
Damián García Martínez
Concejal de Sanidad.
Ayuntamiento de La Unión
