El Sindicato de Enfermería SATSE insiste en la urgente necesidad de agilizar al máximo la aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente. Es una norma que garantiza la asignación de un máximo de pacientes por enfermera, y sigue ‘estancada’ después de cuatro años desde su entrada en la Cámara Baja.
Por ello, el sindicato ha intensificado sus acciones para lograr la reanudación de la tramitación de la Ley en el Congreso de los Diputados, y ha iniciado una ronda de contactos con los portavoces parlamentarios.
La norma está dirigida a resolver la sobrecarga asistencial, que no es coyuntural sino crónica, y que está llevando a las enfermeras a unos niveles de desgaste con serias consecuencias para su salud. La Ley, impulsada por SATSE y respaldada por cerca de 700.000 personas, está pendiente de ser tomada en consideración en el Pleno del Congreso.
Esta norma ya fue respaldada por la práctica mayoría de los partidos en diciembre de 2020, pero la celebración de elecciones generales y el inicio de una nueva legislatura ha obligado a reiniciar su tramitación parlamentaria.
Déficit crónico de enfermeras
La organización sindical reitera que el déficit crónico de plantillas enfermeras que sufre el Sistema Nacional de Salud, y que nos mantiene muy por debajo de la media de los países de nuestro entorno, provoca que los centros sanitarios y sociosanitarios estén tensionados.
Por ello, el incremento de la demanda asistencial, como sucede en invierno con el progresivo incremento de los casos de personas con gripe, covid y otras infecciones respiratorias, desencadena constantes situaciones de saturación, largas esperas y peor calidad y seguridad asistencial.
SATSE subraya que, a pesar de que estas situaciones se producen todos los años, las administraciones públicas no priorizan contar con el número suficiente de profesionales de enfermería en sus plantillas. Un problema que se pondría en vías de solución con la entrada en vigor de la Ley de Seguridad del Paciente.
Qué incluye la ley
La norma establece un número máximo de pacientes por enfermera en los hospitales, ya sea en planta, quirófano o en las UCI, así como un cupo máximo de personas para los y las profesionales de enfermería que trabajan en los centros de salud y los centros de atención sociosanitaria.
Gracias a esta y otras medidas gubernamentales que apuesten por la enfermería, se podría contar con más enfermeras, de manera progresiva y en base a las necesidades existentes en cada comunidad autónoma, y se evitaría, en gran medida, la saturación y colapso que sufren estos profesionales y las personas que necesitan su atención y cuidados.