Beatriz Miguel Hernández ha dedicado la mitad de su carrera profesional a la investigación, y la otra mitad a la formación y coordinación de otros investigadores. Desde su doctorado en química cuántica y computacional en el año 1992, ha realizado fructíferas líneas de investigación. Desde hace 4 años está al frente de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Esto la convierte en la primera rectora que tiene la UPCT, y en la primera de una universidad politécnica en España.
SALUD21: ¿Cómo intenta la UPCT acercar las carreras técnicas a las futuras alumnas?
BEATRIZ MIGUEL: Contamos con un programa llamado ‘Quiero ser ingeniera’, para que las niñas conozcan y se acerquen a la universidad politécnica. Este año lo hemos ampliado y hemos recibido en la universidad unas ochocientas niñas de instituto, que juntamos en grupos de unas veinte con una profesora, investigadora o ingeniera de nuestra universidad, que les muestra su laboratorio, cómo trabajan, cómo hacen su docencia.
Esto permite un acercamiento personal que les demuestra que somos mujeres normales, con una vida normal, familia, aficiones, etc.
S21: ¿Y hay respuesta?
B.M.: Vemos poco resultado, y creo que el problema está en que la mayoría de alumnas que tienen buenas notas aspiran a hacer alguna carrera de la rama de la asistencia sanitaria. Esto hace que, por ejemplo, en Medicina sean el 80% de mujeres, pero también deja muy poco sector femenino para que elijan una ingeniería. Esto está unido a que, socialmente, las ingenierías siempre se han visto como un trabajo más masculino, lo que hace que sea difícil captar talento femenino en las carreras técnicas.
La media ahora mismo está en el 26%, pero tampoco es igual en todas las carreras técnicas. Por ejemplo, en ingeniería biomédica, en ingeniería de diseño industrial o en arquitectura hay más mujeres que en ingeniería mecánica o eléctrica.
S21: El ámbito de la investigación también cuenta con bajo índice de presencia femenina, a menudo causado por los problemas de conciliación. ¿De qué manera se puede cambiar esto?
B.M.: Hace falta un refuerzo social. A menudo, el doctorado coincide con el período en el que la mujer quiere ser madre; por lo tanto, necesitamos que haya red de ludotecas y escuelas infantiles que permita que la mujer pueda continuar con su trabajo sin renunciar a esta maternidad.
S21: También hay baja presencia femenina en los puestos de responsabilidad como el suyo en la UPCT.
B.M.: Para ser rector hay que presentarse a unas elecciones. No hay nada que nos impida porque somos catedráticas, pero creo que aquí hay una cuestión de prioridades. Estar en un puesto de esta gestión requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo personal, y las mujeres solemos querer invertir este tiempo en otras cosas.
Por ello, las mujeres necesitamos saber que nuestra parte personal, familiar, está asegurada para poder dedicarnos a otras cosas.
S21: ¿Qué mensaje manda a las generaciones futuras?
B.M: Esperamos que esto sea un mensaje para que las jóvenes vean que pueden llegar a donde quieran con sus méritos y su esfuerzo. Si nosotras hemos podido, ellas también pueden.