Cada año, el 1 de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas Mayores. El envejecimiento implica cambios a nivel físico que afectan al deseo sexual. En los hombres se puede perder vigorosidad y presentarse disfunciones eréctiles, y las mujeres se enfrentan a los síntomas que provoca la menopausia, como la sequedad vaginal, los cambios hormonales, la bajada de la libido y de la autoestima. Todos estos cambios influyen, pero es mucho más importante afrontar esta etapa con la posibilidad de explorar nuestra sexualidad y sacudiéndonos los perjuicios de la edad.
La red social para explorar la sexualidad Wyylde da las claves para fomentar el deseo sexual en la edad madura de la mano de su sexóloga, Arola Poch.
Disfruta de los beneficios antienvejecimiento del orgasmo
Están comprobados los beneficios antiedad del orgasmo: liberación de hormonas como la oxitocina, los estrógenos o la serotonina que contribuyen a tener un buen aspecto. Las dos primeras ayudan a la liberación de colágeno, y la segunda reduce los niveles de ansiedad y de tensión acumulada, con lo que relajamos el rostro.
Quítate prejuicios sobre la edad: tu edad no define tu deseo sexual
Si pienso que cumplir años va a afectar al deseo, que no voy a disfrutar igual, que no voy a gustar, que no tengo el mismo ímpetu, entre otras lindezas, eso me va a condicionar y seguramente en negativo. La edad puede afectar en algunas cosas, pero no hay fecha de caducidad en nuestros cuerpos para disfrutar.
Busca estímulos que estimulen tu deseo sexual e introduce novedades.
El deseo necesita de algo que lo provoque, puede ser una persona, una fantasía, una práctica, leer o ver algo… Esto funciona así a todas las edades: estimula tu deseo y verás que no se apaga.
Otra cosa que al deseo le gusta es la novedad: personas, prácticas, sitios, situaciones… Incita tu imaginación y atrévete con eso que te llama la atención. Y si piensas que ya no tienes edad para estas cosas, recuerda que cumplir años implica en muchos casos liberarse de opiniones o visiones ajenas, aplícalo también respecto a la sexualidad y sal de la normatividad.
Quizás el sexo fogoso de la juventud ya no es para ti, pero a lo mejor es una buena oportunidad para descubrir otras prácticas que pueden ser igual o más placenteras. Descubre la sensualidad de un masaje, de unos juegos de rol, de unas miradas, del coqueteo de conocer a alguien nuevo, de fantasear con un trío o cualquier práctica que te apetezca probar. Lo bueno del sexo es que hay muchas opciones y cada cual puede escoger lo que más le apetezca.
Usa lubricante o el complemento que necesites
No dejes que la sequedad te frene. Con la disminución de los estrógenos se genera menos lubricación vaginal, pero ese es un problema menor: no olvides un buen lubricante para aumentar tu comodidad y placer.
Comunícate abiertamente sobre tu deseo sexual
No pierdas el tiempo. Si algo te gusta, te apetece probar, dilo. Y si es que no, pues no. Todas las prácticas sexuales son válidas si se hacen de manera sana y consensuada, así que no hay que tener vergüenza de compartir y expresar tus deseos. La comunicación sana es clave para un sexo satisfactorio.