Controlar las colonias de gatos garantiza su seguridad y evita problemas de salud pública

Rocío Jiménez, veterinaria y coordinadora de las colonias felinas del Campus de Espinardo, aconseja contactar con las asociaciones de animales para ayudar a los gatos de una manera más correcta

Las colonias felinas son agrupaciones de gatos en la calle que surgen por ejemplares outdoor (que viven fuera de casa), los que se pierden, abandonan y los que nacen ya en la calle y no tienen contacto con los humanos. Rocío Jiménez es veterinaria y coordinadora de las colonias felinas del Campus de Espinardo, en la ciudad de Murcia. Explica que controlar estos asentamientos felinos es de gran importancia para que no se descontrole la cantidad de gatos y no supongan un problema. 

Entre las consecuencias de un mal control de las colonias, la veterinaria destaca:

  • Mala imagen de la ciudad.
  • Conflictos vecinales.
  • Problemas de seguridad vial: Los gatos pueden provocar accidentes de tráfico y problemas con los coches en los que se meten para resguardarse del frío.
  • Problemas con la fauna silvestre:  la zona donde están estas colonias puede coincidir con el hábitat de otros animales. Cuando los gatos se reproducen demasiado y no hay alimento para todos, empiezan a cazarlos. 
  • Las enfermedades que se pueden transmitir tanto entre animales, como de animales a humanos (las zoonosis).

Los veterinarios, a través de programas de control de colonias, intentan prevenir estos problemas. “Los gatos están ahí porque donde se asientan suelen ser puntos de alimentación. Si no están esos, vendrán otros. Darlos en adopción la mayoría de casos no es viable porque no están socializados con los humanos, por lo que se intentan mantener en sus colonias de la mejor manera higiénico-sanitaria posible para que además ellos contribuyan de manera natural a la desratización y desinsectación de las ciudades”, explica Rocío Jiménez.

Gestión de colonias

Las colonias de gatos están gestionadas por protectoras de animales y por voluntarios formados y acreditados mediante un carné específico que les autoriza para alimentarlos y llevarlos al veterinario. 

Todo esto es lo que forma el programa CER (captura, esterilización y retorno) o CES (captura, esterilización y suelta).

Este programa está dirigido por los ayuntamientos y en algunos casos es llevado a cabo por protectoras de animales. “Capturan al animal y lo llevan al veterinario – explica la coordinadora de las colonias del Campus de Espinardo–. El control que llevan a cabo los veterinarios comienza con la esterilización, vacunación y identificación mediante el microchip. La esterilización es importante porque hay un problema de súper población de gatos. La vacunación, en el caso de la antirrábica, es obligatoria una vez al año. Y como esta vacuna es obligatoria debe esta reflejada mediante una identificación. En este caso, es el microchip que se les coloca en el cuello a los animales el día de la esterilización. Posee un código y permite saber a qué colonia pertenece, qué ayuntamiento lo está gestionando y si lleva las vacunas pertinentes”.

Otro punto que se realiza durante el programa CER o CES es analizar si los gatos son sociables y si pueden ser reubicados para sacarlos de la calle. 

Lo que se intenta es disminuir la población de forma ética, ya sea evitando más nacimientos o dando en adopción a los más sociables.

El papel de los ciudadanos

Un punto importante en el control de las colonias felinas. Recuerda la veterinaria Rocío Jiménez, es que  “no todo el mundo puede alimentar a los gatos porque solo los que están acreditados conocen a estos animales, sus necesidades de salud y sus rutinas”. 

A pesar de que los vecinos alimenten a los animales con buenas intenciones, los resultados y consecuencias pueden ser negativos. “La alimentación, por ejemplo, es un recurso que utilizan los voluntarios acreditados para ‘atraer’ a los gatos; si estos animales aprenden que serán alimentados a una hora concreta, irán a esa hora y eso les permitirá vigilarlos, medicarlos y capturarlos si es necesario para realizar algún procedimiento. Si ya han sido alimentados previamente por otra persona, no irán y los voluntarios no podrán hacer su labor”, ejemplifica la veterinaria.

Además, añade, una sobrealimentación de estos animales puede atraer plagas a la zona.

Para poder ayudar de manera correcta, Rocío Jiménez propone ponerse en contacto con las asociaciones o ayuntamientos que controlan estas colonias. “Las colonias que se están controlando tienen algún tipo de identificación para que te puedas poner en contacto con ellos. Siempre hace falta gente, así que si quieren colaborar, que se pongan en contacto y entonces podrán ayudar de manera correcta”. 

Los gatos domésticos

“Los gatos domésticos no deberían salir de los hogares por diferentes motivos. El primero es que se exponen a enfermedades, algunas de ellas zoonosis que podrían contagiar a los humanos con los que conviven. Además, pueden causar alguno de los problemas que causan las colonias como los accidentes de tráfico”, recuerda la veterinaria. 

La concienciación  que existe sobre la esterilización y el microchip con los perros, está poco extendida entre los gatos domésticos. “Estos dos puntos, esterilizar y poner el chip a los gatos domésticos, es vital en caso de que se escape ya que evitará la proliferación de gatos callejeros y ayudará a su regreso a casa”, concluye Rocío Jiménez.

Candela Altable Torres
Candela Altable Torres
Nacida en Madrid, 1996. Graduada en Periodismo por la Universidad de Murcia en el año 2018 con la especialización en periodismo de salud, ciencia, tecnología y medio ambiente. Actualmente, redactora del periódico Salud21 y Vida. Mi trabajo incluye la búsqueda de temas y fuentes informativas, la realización de las entrevistas pertinentes y la elaboración de los contenidos.

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