Septiembre es el mes en el que profesores y alumnos regresan a las aulas para retomar su actividad en los centros educativos. Pero desde hace unos años les acompaña otra figura profesional: la enfermera escolar. Hablamos con Amelia Corominas, presidenta del Colegio de Enfermería, sobre esta profesional sanitaria.
SALUD21:¿Cuántas enfermeras escolares hay actualmente en la Región de Murcia?
AMELIA COROMINAS: En la Región de Murcia tenemos casi 100 enfermeras escolares, una por cada zona básica de salud, y alguna más que está específicamente dedicada a niños que necesitan su atención para poder estar escolarizados.
S21: ¿Son suficientes?
A.M.: A día de hoy esta figura está consolidada, pero es necesario seguir avanzando. El número de enfermeras escolares se ha mantenido respecto al curso pasado, pero nuestra aspiración es que aumente hasta cumplir el lema ‘Un cole, una enfermera’ (entendiendo ‘cole’ como centro educativo, ya sea colegio o instituto). Con ese lema pedimos hace unos años la creación de esta figura en la Región y, gracias a mucho esfuerzo y la implicación de políticos y agentes sociales, conseguimos su implantación.
Así que creemos que aún faltan muchas enfermeras escolares, ya que hay más de 600 centros educativos, en los que es crucial la presencia de las enfermeras.
S21: ¿Qué papel tiene la enfermera escolar en los centros educativos?
A.M.: La enfermera escolar es un apoyo imprescindible para cubrir la atención, no solo física, sino también psicosocial del alumnado, y son un apoyo vital para padres y profesores, a los que puede ayudar a resolver dudas.
Además de proporcionar educación para la salud, también se encarga de la vacunación, de asistir a los pequeños en situaciones del día a día, de generar la denominada ‘alerta escolar’ (protocolo de actuación frente a urgencias en los centros educativos), formar al profesorado sobre el uso de desfibriladores si tienen niños con patologías cardíacas, los preparan para actuar frente a hipoglucemias, frente a crisis convulsivas…
S21: ¿La enfermera escolar tiene tiempo suficiente para hacer eso?
A.M.: Desgraciadamente no siempre; todo esto requiere mucha preparación, muchas horas de trabajo con la comunidad, así que hay mucha diferencia de carga de trabajo entre enfermeras escolares que dan cobertura a una zona básica de salud con dos o tres centros y otras que tengan más.
También influye el hecho de que la enfermera escolar sea un apoyo en su centro de salud y tenga que hacer trabajo fuera del centro escolar, como por ejemplo sustituir a otras enfermeras.
Todo esto tiene el peligro de desbordar a los profesionales, por eso insistimos tanto en la idea de ‘un cole, una enfermera’.
S21: ¿Esperan poder conseguirlo pronto?
A.M.: Hace unos años, tener las enfermeras escolares que tenemos ahora nos parecía una utopía, así que confiamos en seguir avanzando.
Otro avance respecto es la creación de vacantes para cada puesto de trabajo; antes se contrataba a las enfermeras escolares para nueve meses, que es lo que dura el curso. Esto implicaba que al inicio del nuevo curso era otra profesional la que ocupaba el puesto y suponía ‘reiniciar’ todo: conocer el centro, adaptarse a un nuevo alumnado y profesorado, etc.
Es importante que entendamos que cuando una enfermera está destinada en exclusiva a un centro escolar puede dar una cobertura mucho mejor que si está desbordada, lo que influye directamente en la salud de los pequeños y en su futuro, así como en ahorro para el sistema sanitario.
Aunque queda mucho por hacer, nos alegramos de que la enfermería escolar sea una figura cada vez más consolidada en nuestra Región.
