Los estereotipos de género alejan a las mujeres de las profesiones tecnológicas

El colectivo femenino no participa en los avances tecnológicos, lo que provoca que sus problemas no se valoren al diseñar productos

Las mujeres representan solo el 34 % de los graduados de la Unión Europea en ámbitos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).

El porcentaje es todavía menor en los sectores STEM que no tienen una conexión directa con los cuidados. Las niñas son alejadas de estas disciplinas de forma sistemática a lo largo de su trayectoria educativa, lo que limita sus oportunidades para ingresar en estos campos como adultas.

Poner fin a esto es el objetivo de ONU Mujeres. La entidad se apoya en la visión de varios expertos en diferentes áreas y países, y cuenta con la participación de Milagros Sáinz, investigadora líder del grupo de Género y TIC del Internet Interdisciplinary Institute de la Universitat Oberta de Catalunya.

Las mujeres, relegadas 

En la mayoría de los países occidentales las niñas y las mujeres están infrarrepresentadas en el sector STEM. Como consecuencia, no participan en el desarrollo de avances científicos y tecnológicos en igualdad de condiciones que sus compañeros. Sus necesidades y problemáticas no son planteadas en el diseño y producción de servicios y productos.

Además, al no contar con representación en este ámbito, obtienen menos reconocimiento. Esto contribuye a consolidar la idea de que las carreras STEM, ligadas a menudo a mejores sueldos y más liderazgo que aquellas con mayor implicación femenina, pertenecen a un campo predominantemente masculino.

No es culpa de ellas

Por ello, “es imprescindible no responsabilizarlas por la existencia de una brecha de género en el ámbito educativo, de manera que parezca que el problema de que no haya mujeres en algunos sectores de la ciencia y tecnología les atañe exclusivamente a ellas”, señala  Milagros Sáinz.

Cómo cambiar

Idealmente, las medidas e iniciativas para erradicar el sexismo en la educación deben poner el foco en diferentes aspectos: los que tienen que ver con la personalidad de los estudiantes, con aspectos sociales y con el papel que desempeñan familias y profesores.

Algunas estrategias pasan por hacer entender a las familias que educar a las niñas en STEM supone una ventaja y una oportunidad; otras, por formar al profesorado en materias de igualdad y por crear modelos educativos con materiales didácticos no sexistas y mujeres como referentes. 

“Es fundamental situar a las mujeres en el centro de los avances científicos y tecnológicos, es decir, no solo como beneficiarias de dichos avances, sino también como diseñadoras y productoras de estos”, señala Milagros Sáinz. 

De acuerdo con la investigadora, es esencial transmitir  a todos los estamentos, que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres no se conseguirá en su totalidad hasta que los distintos agentes sociales se alineen y remen en la misma dirección.

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