El 15 de junio se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Aunque hay señales de alarma muy evidentes de que se está produciendo un caso de maltrato a una persona mayor, hay otras que son más sutiles, pero igualmente graves.
Carmelo Gómez, enfermero especialista en geriatría y presidente de la Sociedad Murciana de Enfermería Geriátrica y Gerontología, apunta algunas situaciones como la pérdida de peso agudizada en los últimos meses “que podemos relacionar con una ingesta inadecuada de alimentos”, la descompensación de las enfermedades crónicas “que puede significar que no se toma la medicación de manera correcta o que el cuidador no se la da”, o el aislamiento “cuando vemos que una persona mayor no quiere ir a casa de los hijos o no quiere que venga un hijo o alguien a cuidarle”.
Maltrato no evidente
El problema surge cuando las señales de alarma no son evidentes. El maltrato físico deja una señal clara, pero a menudo existen otros tipos de maltrato que también merman la salud física y emocional de la persona mayor sin que estos sean tan fáciles de detectar. Carmelo Gómez nos ejemplifica varios de ellos: “Están los ‘abuelos pimpón’, que son los mayores que van pasando temporadas cortas o largas con distintos hijos. Eso puede provocar una serie de situaciones sin que los hijos se den cuenta porque, por ejemplo, el paciente sea diabético y los cambios en los hábitos de vida y los hábitos alimenticios de cada casa empeoren su situación”.
El enfermero añade: “El concepto de tranquilidad es, muchas veces sin darnos cuenta, sinónimo de abandono. A veces se piensa que la persona mayor está bien porque está tranquila, pero a veces se produce que la persona mayor no llama o no pide ayuda para no ser una molestia o una carga. También se da el ‘síndrome del abuelo esclavo’, en el cual los mayores son utilizados por sus familias, abusando de la confianza, como alternativas a las guarderías o actividades extraescolares”.
Ley de protección del mayor
Ante esta situación, desde las consultas de geriatría solicitan “una ley de protección del mayor en la Región de Murcia, porque cada vez hay más gente mayor y es un colectivo vulnerable que debe ser protegido”, asegura Carmelo Gómez.
“En el plano concreto – añade el enfermero geriatra – debería haber planes estandarizados en todas las unidades de salud de la Región de Murcia y en la totalidad de los dispositivos sanitarios. Para los casos muy flagrantes, pero también para los casos menos evidentes, para que compartamos la misma información y poder detectar la mayor cantidad de casos”.
Desde las consultas de geriatría de la Región se realizan diversas campañas de concienciación sobre la importancia de la salud física y emocional en la tercera edad.