La salud sexual es una realidad que cada vez se pone más sobre la mesa, para darle la importancia que merece y que requiere para asegurar la salud general del cuerpo y la mente. Aunque a menudo se sigue relacionando solo con la ausencia de infecciones de transmisión sexual, la realidad es que una salud sexual es algo mucho más amplio y que, por tanto, afecta a más esferas de la salud.
Entre ellas, Esperanza Gil, sexóloga clínica, recuerda que “el sexo activa la liberación de hormonas y neurotransmisores como la oxitocina, la dopamina y las endorfinas, que tienen efectos beneficiosos en el cuerpo. Además, reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico, mejora la calidad del sueño y promueve la autoestima, la seguridad propia y la conexión emocional, lo que afecta directa y positivamente a salud mental y emocional”.
Mala salud
Por el contrario, la sexóloga advierte de que una mala salud sexual puede manifestarse con una disminución del deseo sexual o dificultades para la erección o lubricación, y esto puede “derivar en estrés, ansiedad, problemas de autoestima e incluso depresión. Emocionalmente puede causar conflictos en una relación de pareja, baja autoestima e inseguridades. Estos problemas pueden extenderse a otros ámbitos de la vida, afectando a la concentración, el rendimiento laboral o los lazos sociales”.
El aburrimiento sexual
Aunque la vida sexual es algo trascendente en la vida de las personas sexualmente activas, a menudo la desatendemos y la ponemos por debajo de otras esferas de la vida. Es entonces cuando aparece el temido ‘aburrimiento sexual’ del que muchas parejas no consiguen salir.
“Para reavivar la llama en una pareja de larga duración – aconseja la sexóloga -, es imprescindible una comunicación abierta y sin prejuicios con la pareja. Nadie se conoce mejor que uno mismo y, por ello, es importante comunicar los deseos o preferencias personales en el momento de intimidad, dejando a un lado los prejuicios y la vergüenza. Además, aprender a escuchar activamente a la pareja y explorar nuevas formas de placer, ayudará a mejorar la satisfacción”
La falta de tiempo es uno de los motivos principales que las parejas achacan cuando aparece el aburrimiento sexual. Para combatir esa falta de tiempo, la sexóloga Esperanza Gil recomienda “agendarlo para brindarle el tiempo que necesita, al igual que se lo dedicamos al deporte o al ocio u otras actividades. Pensar que esa chispa se mantiene sola, no es realista”.