Pasar por calles estrechas, con edificios altos y tráfico aumenta el riesgo de cáncer

Expertos han analizado la ciudad de Murcia para encontrar un equilibrio entre el cuidado medio ambiental y la vida de los vecinos

Uno de los focos en los que está poniendo la atención tanto la Organización Mundial de la Salud como la Unión Europea es la prevención de enfermedades relacionadas con la contaminación existente en las calles. Para reducir su incidencia es necesario crear zonas de bajas emisiones y España, como país de la Unión Europea, está obligada a hacerlo también.

El pasado 28 de junio tuvo lugar la primera reunión del Observatorio de la Movilidad del Ayuntamiento de Murcia, un organismo creado por el Consistorio para analizar diversas cuestiones relacionadas con la movilidad y el diseño de la ciudad.

Entre los expertos que lo conforman están Antonia Baeza, profesora del departamento de Ingeniería Química de la Facultad de Químicas de la Universidad de Química; y Francisco Esquembre, catedrático de Análisis Matemático de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Murcia. 

El binomio formado por la ingeniería química y las matemáticas se ha unido para conocer el estado actual de la ciudad de Murcia en materia de contaminación, y para crear un modelo predictivo que pueda adelantar cómo mejorarían los niveles de polución en función de distintas acciones. Este trabajo está financiado por la Fundación Séneca.

Tal y como apunta Antonia Baeza, “existen dos tipos de contaminantes. Los que afectan a las vías respiratorias y causan el asma, la alergia y otras patologías en el presente; y los que, al estar en contacto con ellos, aumentan las posibilidades de tener cáncer en el futuro. No podemos eliminar la contaminación del todo, pero está demostrado que, a unos niveles suficientemente bajos, lo primero no ocurre y el riesgo de lo segundo es mínimo”.

Es aquí donde entra el Comité de Expertos del Observatorio de la Movilidad, del que forman parte el matemático y la ingeniera química. “Debemos saber qué calles son las más contaminadas y qué se puede hacer en cada una de ellas”, explica Antonia Baeza.

“Conociendo el estado actual del tráfico, cuántos coches pasan y la climatología podemos saber cuánta contaminación se emite y si esta se dispersa o se queda”, asegura la química. 

Además, con este análisis predictivo, continúa Francisco, “podemos saber qué pasaría si cerramos unas calles y abrimos otras, si regulamos el tráfico para cambie la velocidad, si una calle la hacemos bidireccional… la modelización del tráfico, pero desde un punto de vista ambiental. Realizando estas acciones, el cambio en el nivel de contaminación puede ser considerable”.

Implantar las medidas en las calles

Con la información recopilada, los expertos transmiten a los técnicos de tráfico qué medidas deberían tomarse y sus implicaciones. Esto supone un equilibrio muy delicado ya que, como apunta Francisco Esquembre, “lo que no podemos hacer tampoco es cerrar todo el tráfico. Lo que se trata es de encontrar un equilibrio entre la necesidad de bajar las emisiones a los límites aceptables, y el bienestar, la comodidad de los ciudadanos, el comercio, la vida de la ciudad”.

También es importante, añade Antonia Baeza, no olvidar que “cuando se cierra una zona, los vehículos no desaparecen. Hay que tener cuidado de no provocar en las zonas periféricas un efecto pernicioso por quitar los coches de una zona para bajar la contaminación. Si a cambio de quitar los coches de una calle grande sube mucho la contaminación en las calles que hay alrededor, limpiamos una zona a costa de contaminar otra”.

Calles cañón

Otro de los fenómenos ambientales que se producen a causa de la contaminación en las calles de ciudades como Murcia son lo que los expertos llaman ‘calles cañón’. “Son calles muy estrechas, con los edificios muy altos. En el lado en el que dé más el sol en la fachada, el aire sube y el hueco que deja es ocupado por el aire de la acera contraria que está frío porque está a la sombra. Esto provoca un barrido en la carretera de todos los contaminantes hacia la zona del sol. Esto puede provocar que los vecinos del lado soleado de la calle estén expuestos a seis veces más contaminantes que los del otro”, asegura Antonia Baeza.

Esto sucede, por ejemplo, en la céntrica Calle Correos de Murcia, transitada por cientos de personas al día.


Mapa de contaminación de la calle Correos, en Murcia, donde se puede observar que un lado de la calle (abajo) tiene niveles de contaminación muy superiores (ilustrado con los colores rojo, morado y naranja), mientras que el otro lado de la calle (arriba), tiene niveles muy inferiores (ilustrado con colores blancos, azules y verdes).

Poner de tu parte

A menudo, las obras urbanas y los eternos atascos que suponen, el hecho de que cierre al tráfico una calle que solemos usar o que este se desvíe a nuestra calle porque han cortado otra, son situaciones que a la población puede causar molestias y estrés. 

Ante esto esto, apunta el matemático: “Si se informa a la población de los niveles de contaminación que tenía antes que se corte una calle al tráfico o se haga una modificación, y del que puede tener después del cambio, la gente lo entendería y estaría a favor porque no quiere respirar esa contaminación”. 

Por ello, tanto Antonia Baeza como Francisco Esquembre, en nombre del comité de expertos del Observatorio de la Movilidad, recuerda que “en temas de sostenibilidad siempre hay un poco de perjuicio en la comodidad y la rutina, pero al final todos nos acostumbramos y es en beneficio de la salud”.

Mejor ventilar por las mañanas

  • Cuándo ventilar: Antonia Baeza recomienda a los ciudadanos: “Si vives en una zona contaminada, es mejor ventilar a mediodía. Por la mañana es cuando hay un pico de tráfico y no hay dispersión, con lo cual se abre la ventana para ventilar y entra toda la contaminación de la calle dentro de la casa. Luego cierras la ventana porque te vas a trabajar, y dejas toda esa contaminación dentro. A medio día, aunque hay mucho tráfico, el calor hace que se disperse. Esto se produce hasta las nueve de la tarde. Entonces, la mejor hora para ventilar la casa es a mediodía y por la tarde”.
  • Por dónde ir: Del mismo modo, recomienda caminar por calles a la sombra, evitar hacer deporte en zonas con mucho tráfico o ir con las ventanillas bajadas en el coche en estas mismas zonas. 
  • Dónde vivir: A nivel de altura, la ingeniera química recuerda que los niveles de contaminación se reducen considerablemente a partir del tercer piso de los edificios, lo que deben tener en cuenta las personas con patologías respiratorias. En caso de no poder evitar estar expuesto a la entrada de contaminantes, la experta recomienda el uso de purificadores de aire.

App de contaminación

Para poder tomar decisiones que cuiden nuestra salud, los expertos y su equipo están trabajando en la creación de una aplicación móvil que informe del estado de contaminación de cada calle de la ciudad. La aplicación también permitirá al usuario elegir un destino o solicitar una ruta para hacer deporte y recibir diversas opciones de trayectos en los que evitaría zonas contaminadas en la ciudad.

Candela Altable Torres
Candela Altable Torres
Nacida en Madrid, 1996. Graduada en Periodismo por la Universidad de Murcia en el año 2018 con la especialización en periodismo de salud, ciencia, tecnología y medio ambiente. Actualmente, redactora del periódico Salud21 y Vida. Mi trabajo incluye la búsqueda de temas y fuentes informativas, la realización de las entrevistas pertinentes y la elaboración de los contenidos.

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