La dermatología veterinaria es una especialidad de la profesión que a menudo se desconoce o no se le da el valor necesario, y que incluye no solo la piel de los animales, sino también los fluidos, las uñas, las glándulas y las mucosas. Amagoia Iñiguez Viguri, veterinaria especializada en dermatología explica que “a menudo, cuando aparece un problema dermatológico, se abusa de tratamientos para tratar las consecuencias, en lugar de buscar la causa original del problema”.
Para evitar la situación anterior, es fundamental contar con profesionales que estén en constante formación para estar al día de cualquier novedad o tratamiento que haya en el campo de la dermatología veterinaria.
El papel del dueño en el cuidado dermatológico
Además, los propietarios de los animales deben tener unos conocimientos al respecto del cuidado de sus mascotas. Amagoia Iñiguez Viguri recomienda lo siguiente:
- Prestar atención a la relación entre las alergias alimentarias y las alergias de la piel o tópicas. Aunque la población suele creer que las reacciones alérgicas en la piel deben ser por contacto, estas pueden deberse a la ingesta de algún alimento que produce la alergia. En especial, apunta la dermatóloga veterinaria, en cachorros de menos de seis meses debemos prestar atención a lo que comen y a cómo reacciona su piel a los alimentos.
- Dedicar tiempo a nuestras mascotas. Para conocer cualquier cambio en la piel, mucosas o cualquier otra zona del cuerpo de nuestra mascota, es fundamental dedicarle tiempo y observarlo.
- Tener cuidado con los insectos. En especial, explica Amagoia Iñiguez Viguri, a los transmisores de enfermedades como puede ser la leishmania. Contra esta enfermedad la veterinaria recomienda la vacunación, que actúa modulando el sistema inmune para que no se formen los anticuerpos que generan la enfermedad si el mosquito transmisor pica a nuestra mascota.
- No dejar a los perros al sol. En especial a los perros blancos o sin pelo, debemos estar atentos de que no estén directamente expuestos al sol durante las horas centrales del día en los meses de mayor intensidad. Del mismo modo, la dermatóloga veterinaria recomienda utilizar crema solar – preferiblemente específica para animales -, en las zonas con menos pelo como puede ser el morro del perro.
Señales de alarma
Del mismo modo, la especialista en dermatología veterinaria Amagoia Iñiguez apunta algunas señales de alarma de que nuestra mascota podría tener un problema dermatológico y, por tanto, debemos acudir a un veterinario para que lo examine:
- Heridas que no cicatrizan.
- Caída excesiva, cambio de color o falta de brillo en el pelo.
- Cambios en la forma o color de las uñas.
- Rascado o lamido continuo.
- Otitis repetitivas.
- Cambios en el comportamiento del animal (podría indicar que algo le duele o le pica y eso le hace estar más irascible).
- Presencia de calvas.
Para tratar cualquier problema dermatológico que pueda haber tras estos u otros indicadores, los dermatólogos veterinarios cuentan con tratamientos tanto tópicos – directamente en la piel – como orales – administrados por boca -.
También existen herramientas como la lámpara Phovia, un elemento innovador y de última tecnología que combina la acción cicatrizante, antiinflamatorio y antimicrobiana para tratar los problemas de piel de los animales.